Eso significa tener la capacidad de recuperarse ante acontecimientos imprevistos. Comprender y priorizar las amenazas le permite adoptar un enfoque proactivo para minimizar su impacto.
La norma ISO 22301, el estándar internacional para la continuidad del negocio, ayuda a alcanzar estos objetivos y desarrollar resiliencia al especificar los requisitos para un sistema de gestión sólido que pueda proteger a su organización.
 
                     
                     
                             
                 
                                 
                                 
                        