Los accidentes graves, los problemas de seguridad de TI, incendios, inundaciones, pérdida de proveedores, inclemencias meteorológicas... todos ellos pueden paralizar una empresa, y muchas nunca se recuperan. El uso sistemático de las normas le prepara para que amenazas de este tipo y muchas otras que puede que nunca haya tenido en cuenta, sean menos probables o incluso puedan convertirse en oportunidades.
En caso de un incidente, su tiempo de parada y el resto de costes relativos a la recuperación se reducirán de forma importante.
Sin embargo, atajar los riesgos puede suponer mucho más para su empresa.
Al comprender los riesgos a los que se enfrenta y actuar para mitigarlos, su empresa se hace más resiliente y capaz de responder y crecer gracias a las nuevas oportunidades generadas. Si surge un problema, o si usted y sus competidores se enfrentan a retos comunes al sector, usted estará mejor equipado para superar el problema inicial y recuperarse rápidamente, ganando cuota de mercado en el proceso.
Y eso no es todo. Al dar respuesta a sus riesgos, mejorará su reputación, ofrecerá más confianza a sus clientes, conseguirá nuevas oportunidades de negocio y, con toda probabilidad, reducirá sus costes. Además, por encima de todo, tendrá una visión más precisa de cómo funciona su empresa y acerca de los factores de los que depende su éxito.