Tanto los fabricantes como los representantes autorizados que comercialicen equipos eléctricos de baja tensión en el mercado de la UE deberán cumplir con la Directiva de Baja Tensión (LVD).
La directiva establece 11 objetivos de seguridad que deben cumplir todos los equipos eléctricos de baja tensión. Se aplica a los bienes de consumo y de equipo destinados a funcionar con una tensión nominal de entre 50 y 1000 V en corriente alterna (CA) y de entre 75 y 1500 V en corriente continua (CC). Esto incluye aparatos eléctricos, equipos de iluminación, cableado eléctrico, acopladores de aparatos, juegos de cables y equipos de instalación eléctrica. También se aplica a los equipos eléctricos destinados a incorporarse en otros productos, como transformadores y motores.