A medida que se integran diferentes tecnologías, como sistemas de planificación de recursos empresariales (ERP, por sus siglas en inglés), dispositivos de Internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés), servicios basados en la nube y aplicaciones móviles, aumenta el número de vulnerabilidades potenciales.
Muchas organizaciones están interconectadas actualmente en cadenas de suministro digitales, lo que añade más complejidad y riesgos potenciales, especialmente cuando se trata de bienes y datos valiosos.
Una cadena de suministro digital sólida tiene el potencial de ser más sostenible y eficiente a la hora de satisfacer las necesidades de una sociedad cada vez más exigente.