La tecnología digital es fundamental para el desarrollo de un futuro sostenible.
Si bien la rapidez y la comodidad de los ecosistemas digitales ofrecen grandes ventajas, también conllevan riesgos que no pueden ignorarse. A medida que avanzamos hacia un mundo en el que lo real y lo virtual interactúan a la perfección, la confianza en las personas, la tecnología y los procesos adquiere un papel cada vez más relevante.
Esa confianza se sustenta en aspectos fundamentales de la confianza digital: la ciberseguridad, la integridad y la privacidad de los datos, así como en la solidez de la cadena de suministro digital y la adecuada gobernanza de los ecosistemas digitales, incluida la inteligencia artificial.