La reducción de la productividad y el absentismo asociados al impacto del estrés psicológico no resuelto resultan perjudiciales tanto para las personas empleadas como para las organizaciones.
Dar mayor prioridad a la salud mental y al bienestar en el lugar de trabajo es una estrategia que las organizaciones con visión de futuro pueden adoptar para retener al personal con talento y cualificado.
Xavier Alcaraz, National Practice Director of Safety en BSI, afirma que los equipos directivos buscan soluciones urgentes para retener a los miembros de su plantilla y mantenerse sostenibles y resilientes, adaptando sus modelos de negocio a fin de implantar una cultura de apoyo a largo plazo.
En este artículo, encontrará recomendaciones útiles para desarrollar e implantar una estrategia sólida de bienestar mental en su organización.
Defina su estrategia de salud mental y bienestar
El primer paso consiste en definir los objetivos, consultando con las personas empleadas qué es lo que desean. Sin esta aportación, corre el riesgo de implantar iniciativas que no aborden el problema real o que incluso agraven las situaciones que pretenden resolver.
Implantar estas iniciativas de forma coherente en toda la organización, especialmente en entornos con una plantilla diversa, puede generar los mayores beneficios.
Tome medidas prácticas para mejorar el equilibrio entre la vida personal y el trabajo
Aplicar métodos que favorezcan una vida personal y profesional más equilibrada es una forma eficaz de demostrar cuánto se valora a las personas.
Esto puede incluir pautas de trabajo flexibles, como las siguientes:
• Permitir el trabajo a distancia
• Dejar que los empleados ajusten sus horarios de entrada y salida
• Convertir un puesto a tiempo completo en uno a tiempo parcial
• Ofrecer horarios flexibles o comprimidos
• Facilitar que el personal equilibre las responsabilidades de su vida laboral y personal
Fomente la comunicación y la participación
Cada persona se enfrenta a desafíos diferentes y tiene formas distintas de abordarlos, por lo que es importante reconocer las diversas necesidades y requisitos de su personal.
La mayoría de los trabajadores utilizan una combinación de canales de comunicación, desde videollamadas a reuniones en persona.
Anime a los responsables de su organización a que se reúnan periódicamente con el personal y establezcan grupos de recursos para empleados, así como otros sistemas de apoyo, para que las personas puedan encontrar y compartir experiencias con quienes se encuentran en situaciones similares.
Considere el trabajo a distancia, pero tenga presentes los riesgos
El cambio hacia modalidades flexibles impulsado por la pandemia puede generar beneficios significativos en materia de salud mental, aunque también conlleva riesgos.
Algunas personas pueden llegar a trabajar más horas desde casa, lo que diluye los límites entre la vida laboral y personal. Establecer divisiones claras entre ambos espacios puede contribuir a mantener el equilibrio.
Existen además aspectos de salud laboral a tener en cuenta. Cuando el personal trabaja desde su domicilio, las organizaciones disponen de un control mucho más limitado sobre el entorno laboral.
Proporcione a los responsables a cargo de los equipo las herramientas necesarias para fomentar el bienestar en el trabajo
Mantener diálogos abiertos sobre el bienestar mental es saludable y esencial.
Dotar a los responsables de equipo de herramientas para abordar este tipo de conversaciones de forma eficaz, adaptadas a los distintos estilos y capacidades comunicativas, es una pieza clave del proceso.
Al invertir en formación, su organización puede crear un entorno de apoyo donde el bienestar mental del personal sea una prioridad.
Esto no solo fomenta una cultura laboral más saludable, sino que también mejora la productividad y la moral general.
Evalúe la eficacia de sus iniciativas
Medir el impacto de los programas de salud mental y bienestar sigue siendo un desafío, pero plantear adecuadamente la asistencia en salud mental puede contribuir a generar confianza y fomentar la participación en los procesos de retroalimentación.
La implantación de programas de asistencia para los empleados (EAP, por sus siglas en inglés) solo resultará valiosa si el personal hace uso de ellos.
Por eso es fundamental promover activamente sus beneficios, y cuantificar su uso —ya sea a través del número de consultas, derivaciones o inscripciones a seminarios web— como métrica clave.
Colaborar con quienes gestionan la salud mental, la participación y el bienestar dentro de la organización es una buena forma de garantizar que toda la plantilla avance del compromiso a la acción.