El modelo de economía circular está revolucionando la forma en que los consumidores y las organizaciones abordan los nuevos productos y materiales. La creciente popularidad del upcycling de muebles, la ropa de segunda mano o el alquiler de productos que antes solíamos adquirir en propiedad, sugiere que los consumidores están empezando a reconocer que el modelo económico actual de fabricar-usar-desechar no es sostenible.
Los fabricantes son aún más conscientes de ello, ya que compiten por recursos cada vez más escasos y costosos para producir los artículos que consumimos. Impulsados por las exigencias éticas y económicas de demostrar que sus productos se fabrican teniendo en cuenta estos factores, cada vez más fabricantes se orientan hacia un modelo de economía circular, con el objetivo de eliminar residuos desde la fase de diseño y prolongar la vida útil de productos y materiales todo lo posible, permitiendo que puedan repararse, reutilizarse y reciclarse con mayor facilidad.
¿Cuáles son los beneficios de adoptar el modelo de economía circular?
Investigaciones realizadas por la Ellen MacArthur Foundation1 muestran cómo las estrategias basadas en la circularidad pueden contribuir a abordar el impacto del cambio climático. De hecho, algunos de los sectores que más contribuyen al cambio climático podrían ser los que más se beneficien de la adopción de los principios de la economía circular.
El informe de la fundación ilustra cómo, al aplicar dichos principios a cinco áreas clave —cemento, plásticos, acero, aluminio y alimentos—, se podrían reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en 9.300 millones de toneladas, lo que equivale a eliminar las emisiones actuales de todos los medios de transporte del mundo.
También estima que la aplicación de los mismos principios de economía circular al uso de materiales industriales clave podría reducir las emisiones mundiales de CO2 en un 40 %, es decir, 3.700 millones de toneladas en 2050. Estas reducciones significativas se deben a que el impacto ambiental derivado de la extracción, procesamiento y transporte de materias primas sería considerablemente menor al implantar el modelo de economía circular.
Más allá de la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, los principios circulares también pueden contribuir a mitigar la pérdida de biodiversidad. El Panel Internacional de Recursos estima que más del 90 % de la pérdida de biodiversidad y del estrés hídrico provienen de la extracción de recursos y el procesamiento de materiales, combustibles y alimentos2. Al evitar el uso de recursos no renovables y potenciar los renovables, el modelo de economía circular tiene el potencial no solo de proteger sino de mejorar activamente el medio ambiente, por ejemplo devolviendo valiosos nutrientes al suelo3.
¿Y qué ventajas aporta a las empresas? Según el Programa de Acción de Residuos y Recursos (Waste and Resources Action Programme, WRAP), las empresas del Reino Unido podrían obtener beneficios de hasta 23.000 millones de GBP al año mediante mejoras de bajo coste o sin coste en la eficiencia del uso de los recursos.
Las empresas con visión de futuro que invierten en estos principios y adoptan la sostenibilidad de forma generalizada pueden obtener recompensas considerables. Entre los beneficios destacan una mejor gestión de los recursos y los residuos, así como una mayor eficiencia de costes. También pueden lograr una cobertura mediática más positiva y fortalecer la confianza en la marca.
Los principios de la circularidad también coinciden con muchos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas5, como el Objetivo 11 "Ciudades y comunidades sostenibles", el Objetivo 12 "Consumo y producción responsables" y el Objetivo 13 "Acción climática".
Ejemplos de buenas prácticas
Existen numerosos ejemplos de empresas que están demostrando innovación e ingenio en el diseño de productos, ya sea reutilizando materiales de otros sectores que de otro modo acabarían desechados, o desarrollando nuevos materiales con bajo impacto ambiental.
Mobius, una empresa estadounidense, utiliza lignina residual de la industria papelera para fabricar plásticos biodegradables destinados al sector hortícola. Esto reduce la dependencia de plásticos derivados del petróleo, lo que se traduce en una menor acumulación en vertederos o en los océanos.
Ecovative, una empresa neerlandesa, emplea cáñamo y raíces de hongos cultivadas sobre subproductos agrícolas para crear espumas y adhesivos de alto rendimiento para packaging. El micelio resultante es económico, requiere un procesamiento mínimo y se puede compostar de forma segura. Este material totalmente natural puede sustituir a los materiales sintéticos que, una vez desechados, se descomponen lentamente, emitiendo gases tóxicos y afectando a ecosistemas frágiles.
Estos avances están teniendo lugar en numerosos sectores, por lo que el potencial del modelo de economía circular para transformar nuestra producción y consumo en todos los ámbitos de la vida cotidiana es enorme. No obstante, aún queda mucho por hacer para lograrlo.
Avances de BSI
BSI se ha situado a la vanguardia en la promoción de la economía circular como un modelo sostenible de fabricación que beneficia a las empresas, los consumidores y el medio ambiente. Esto incluye la creación de nuevas normas y marcos que ayuden a las organizaciones a implantar estos principios.
En 2017, BSI publicó la norma BS 8001, la primera norma del mundo destinado a ayudar a las organizaciones a comprender cómo podría aplicarse un modelo circular en su caso concreto. La norma fue elaborada por BSI mediante la colaboración de expertos, con el objetivo de recopilar los conocimientos y las prácticas más recientes sobre la economía circular, basándose en experiencias y aprendizajes previos. Participaron diversas organizaciones, tanto grandes como pequeñas, que ya estaban trabajando para adoptar un enfoque más circular en la gestión de sus recursos.
Biotecnología industrial
La biotecnología industrial consiste en el uso de recursos biológicos para producir productos de uso cotidiano, como antibióticos y vacunas, biocarburantes, bienes de consumo y packaging. Representa una oportunidad única para que el Reino Unido aproveche su capacidad industrial y avance significativamente hacia su objetivo de cero emisiones netas para 2050. En el centro de esta estrategia se encuentra la adopción de una bioeconomía circular funcional, lo que requiere transformaciones en múltiples sistemas interconectados.
BSI ha publicado recientemente un informe titulado "Biotecnología industrial: una trayectoria estratégica para normas y reglamentos" (Industrial biotechnology – a strategic roadmap for standards and regulations). El informe fue encargado por Innovate UK y apoyado por el Industrial Biotechnology Leadership Forum (IBLF). El informe evalúa el potencial para acelerar la implantación de la biotecnología industrial y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
El informe establece que "la biotecnología industrial está a la vanguardia de este cambio, como pilar de la Estrategia de Bioeconomía del Reino Unido y su objetivo de una economía más circular y baja en carbono está basada en soluciones que sean sostenibles desde el punto de vista ambiental y eficientes en el uso de los recursos". Su naturaleza transformadora también está en plena sintonía con el objetivo la Estrategia de Recursos y Residuos (Resource and Waste Strategy) del Gobierno del Reino Unido de demostrar liderazgo internacional en circularidad.
Se analizaron cinco sectores clave fueron en función de su potencial de reducción de CO2 y otros gases de efecto invernadero en los próximos 3 a 5 años: tecnología agrícola, biocombustibles, productos químicos finos y de especialidad, residuos plásticos y residuos textiles. El informe también valoró el potencial para aumentar la disponibilidad de materias primas que actualmente se consideran residuos y utilizarlas como insumos en procesos y productos de biotecnología industrial. Esto puede ayudar a reducir el uso de vertederos e incineradoras, además de incrementar el valor de la bioeconomía. Como tal, la biotecnología industrial puede hacer una importante contribución al objetivo del Gobierno del Reino Unido de aumentar el valor de la bioeconomía hasta 440.000 millones de GBP para 2030.
El informe concluye: "No es una exageración decir que la biotecnología industrial está en condiciones de expandirse, lo que permitirá hacer crecer la economía, crear empleos de alto valor, contribuir a los objetivos de cero emisiones netas y ofrecer nuevas soluciones a algunos de los problemas globales más urgentes".
BSI y el Gobierno de Gales
El equipo de consultoría de BSI también ha colaborado con el Gobierno de Gales para fomentar el conocimiento de los principios de la economía circular en dicha región. BSI diseñó e impartió una serie de clases magistrales para el equipo interno de especialistas en innovación del Gobierno galés, así como para diversas empresas galesas.
Las clases magistrales abordaron los beneficios y principios fundamentales de la economía circular, y explicaron cómo aplicar en la práctica el marco de ocho etapas establecido en la norma BS 8001.
En los talleres individuales para cada empresa se evaluó el nivel de preparación para adoptar el modelo de economía circular, teniendo en cuenta sus operaciones, cadena de suministro, sector y flujos comerciales para identificar posibles áreas de mejora. Cada empresa recibió un plan de acción individualizado con los próximos pasos a seguir.