Reducir la exposición al riesgo de terceros
Hace unas décadas, para una organización era mucho más sencillo definir el perímetro de sus operaciones digitales y poner medidas para prevenir los ciberataques.
La complejidad e interconectividad de las operaciones digitales actuales hacen que establecer límites claros y prevenir los ciberataques sea más difícil para las organizaciones.
Las vulnerabilidades en la cadena de suministro digital pueden provocar la exposición o pérdida de información sensible, interrupciones en las operaciones y pérdidas económicas significativas.
Una posible forma de afrontar esta compleja situación es adoptar una mentalidad de confianza digital que abarque tanto a la organización como a sus socios. Este enfoque proactivo puede resultar crucial para abordar amenazas potenciales de ciberataques que podrían producirse en cualquier punto de la cadena de suministro.
Una mirada profunda al ecosistema de la cadena de suministro
A medida que los ciberataques se vuelven más sofisticados, su impacto se ve amplificado por la compleja red de relaciones que caracteriza a las cadenas de suministro modernas.
Esta intrincada red significa que las organizaciones a menudo dependen de terceros para tomar medidas de seguridad digital robustas. Sin embargo, surge una realidad preocupante: estos proveedores y socios pueden tener sus propias vulnerabilidades. La situación se agrava cuando los atacantes centran su atención en los eslabones más débiles de la cadenas de suministro.
El ataque a Expeditors en 2022 es un claro ejemplo de las consecuencias derivadas de las vulnerabilidades en la cadena de suministro. Esta brecha afectó gravemente la capacidad de una empresa de transporte para las aduanas, distribuir los envíos y realizar diversas operaciones durante semanas.
Las repercusiones de este ataque trascendieron con creces las pérdidas económicas inmediatas, poniendo de relieve la urgencia de garantizar la seguridad de la cadena de suministro y realizar evaluaciones de riesgos de manera proactiva.
Navegar por un terreno complejo
Para proteger eficazmente la cadena de suministro digital frente a los riesgos cibernéticos, las organizaciones deberían implantar estrategias integrales que abarquen tanto sus operaciones internas como sus asociaciones externas.
Esto implica un enfoque multidimensional que contemple la evaluación de riesgos, la implantación de nuevas tecnologías y la integración organizativa.
1. Comprender a los proveedores: la lista de comprobación para el proceso de incorporación y los contratos ya no son suficientes. Las organizaciones necesitan información en tiempo real sobre las medidas de protección del sistema de los proveedores. Este conocimiento es la base de una seguridad sólida, que se ve reforzada por los procesos internos, la gestión de riesgos, los indicadores clave de rendimiento (KPI, por sus siglas en inglés) y las auditorías periódicas.
2. Proteger las nuevas tecnologías: a medida que las organizaciones invierten en sistemas con acceso remoto, como la tecnología operativa (OT, por sus siglas en inglés), las vulnerabilidades ante ciberataques aumentan. La protección eficaz exige una comprensión exhaustiva de dichas vulnerabilidades, respaldada por procesos y planes integrales.
3. Integración de la ciberseguridad: los enfoques tradicionales de ciberseguridad basados únicamente en el cumplimiento normativo resultan insuficientes en el contexto actual. Al integrar la ciberseguridad en toda la organización, se libera el potencial para mejorar la seguridad más allá de las obligaciones normativas.
Una llamada continua a la acción
La constante evolución de la ciberseguridad requiere una vigilancia continua. A medida que las organizaciones se enfrentan a la complejidad de sus cadenas de suministro y nuevas tecnologías, la necesidad de la capacidad de adaptarse sigue siendo muy importante.
La ciberseguridad ya no es una labor aislada; se trata de una responsabilidad colectiva que debe integrarse en el tejido de las organizaciones modernas y sus cadenas de suministro interconectadas.
Acompáñenos en este camino
La ciberseguridad es un proceso continuo, una labor dinámica que requiere adaptabilidad y un compromiso firme con medidas de seguridad proactivas. Los desafíos son considerables, pero también lo son los beneficios.
Al adoptar una mentalidad de confianza digital y construir cadenas de suministro resilientes, las organizaciones se fortalecen frente al aumento de los ciberataques y aseguran un futuro de crecimiento sostenible.
Una guía unificada
Las normas son la base de la confianza digital en la cadena de suministro. Proporcionan una guía práctica y coherente en materia de ciberseguridad, asegurando la resiliencia frente a unas amenazas que evolucionan cada día.
Al adherirse a estos puntos de referencia, organizaciones como la suya pueden reforzar sus sistemas de defensa, generar confianza y afrontar con mayor seguridad los riesgos cibernéticos en un entorno tan dinámico.