En el sector tecnológico, generar confianza en los consumidores y las partes interesadas es crucial en un contexto marcado por retos como el cambio climático, la incertidumbre económica y la escasez de recursos.
Los ecosistemas digitales están evolucionando rápidamente y los desafíos de ciberseguridad reflejan fielmente ese ritmo. Este entorno dinámico refuerza la responsabilidad del sector de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) de abordar las crecientes demandas de confianza digital de los clientes.
El sector puede fomentar esa confianza mediante una gestión transparente y segura del uso de los datos personales. Al mantener y adaptar las medidas de seguridad en función de los cambios normativos y tecnológicos, su organización puede establecer y mantener constantemente el criterio de referencia en materia de confianza digital.