Al facilitar sistemas de atención sanitaria de calidad, proporcionar una buena salud y bienestar en las personas se convierte en una ambición global. Pero, ¿qué implica este tipo de calidad y cómo puede lograrla su organización?
En 2020, la pandemia mundial sacudió al sector sanitario, poniendo a prueba la resiliencia y la continuidad organizacional hasta sus cimientos. Puso de manifiesto las vulnerabilidades de los sistemas organizativos y de la seguridad y la salud mental de los profesionales sanitarios, lo que provocó la suspensión de los tratamientos básico de los pacientes. Actualmente, muchos servicios de atención sanitaria aún se están recuperando de estos impactos.
En este complejo sistema sanitario global, existen innumerables servicios y normativas interconectados, así como oportunidades para fomentar la calidad y la colaboración, con la atención centrada en el paciente en primer plano.