La tecnología sanitaria, incluidos los portátiles conectados a la nube, puede ser fundamental para proporcionar una atención sanitaria equitativa en todas las comunidades, en particular durante situaciones de alto riesgo como una pandemia.
Sin embargo, la creciente adopción de la monitorización remota de pacientes plantea inquietudes sobre los riesgos de ciberseguridad y la calidad de la atención.
Para afrontar estos retos, los proveedores de servicios sanitarios y de atención sanitaria pueden confiar en las normas de la industria y la validación de los dispositivos con respecto a los requisitos regulatorios para crear e implantar procesos de atención virtual eficaces. Esto no solo mejora la disponibilidad y la calidad de la atención para los pacientes, sino que también garantiza un sistema sanitario más seguro y eficiente en general.