Cuando usted ofrece un servicio, necesita satisfacer a sus clientes, y esto se basa en ofrecer una calidad constante una y otra vez. Las normas ofrecen un conjunto de herramientas fantásticas para lograr la constancia en la calidad.
Sirven para establecer las prácticas adecuadas para toda una serie de servicios, así como para los procesos y sistemas que los sustentan. También explican cómo crear una cultura que fomente la prestación de servicios de alta calidad. Además, existe una serie de normas que se aplican a diferentes sectores de servicios clave.
Y eso no es todo: en una economía global compleja e interconectada, las normas pueden ayudarle a trabajar de forma óptima con las cadenas de suministro y sus socios, además de ofrecer seguridad a los servicios de aprovisionamiento, tanto en la misma región como al otro lado del mundo. Lo consiguen ofreciendo un idioma común y ayudando a definir los requisitos para los servicios, las expectativas de los clientes, y los términos y definiciones reconocidos. También reducen los riesgos que pueden suponer un impacto para los clientes, como vulnerabilidades en la seguridad de los datos.