Según los últimos datos del Ejecutivo de Salud y Seguridad, la mala salud mental relacionada con el trabajo va en aumento. En 2018/19, 602.000 trabajadores sufrían estrés, depresión o ansiedad relacionados con el trabajo, pero en 2020/21 esa cifra había aumentado a 822.000. Eso supone un aumento del 38%.
Sin embargo, incluso antes de la pandemia, había múltiples factores que influían en el aumento de los problemas de salud mental en el lugar de trabajo, afirma Kate Field, directora global de salud, seguridad y bienestar de la empresa de normas y mejoras empresariales, BSI.
Las grandes cargas de trabajo, los plazos ajustados y la presión y responsabilidad de "cumplir" contribuyen a aumentar los niveles de estrés de los empleados", señala Field. "La falta de apoyo de los directivos puede ser otro factor, al igual que el cambio organizativo. A los seres humanos no les gusta mucho el cambio, y el cambio en el contexto laboral puede ser muy desestabilizador y crear una respuesta de estrés. Y, por supuesto, la pandemia fue una época de enormes cambios y trastornos para todos".