Poner la salud psicológica en un lugar central a la hora de priorizar a sus empleados

La salud psicológica y el bienestar de los empleados en el lugar de trabajo están muy presentes en la agenda laboral. Kate Field (CMIOSH), directora global de salud, seguridad y bienestar de BSI, explica por qué.

Muchas de las definiciones de bienestar reflejan que se trata de algo más que de la salud física, se trata de cómo nos sentimos, de nuestras expectativas y sensación de plenitud. Esto se refleja en la definición más reciente de bienestar en el trabajo de la nueva norma internacional de salud y seguridad psicológica en el trabajo ISO 45003 "satisfacción de las necesidades y expectativas físicas, mentales y cognitivas de un trabajador relacionadas con su trabajo".

Los datos disponibles demuestran que todo lugar de trabajo tiene el potencial de enfermar mental o físicamente a alguien en algún momento a través de riesgos psicosociales como el trabajo por turnos, las largas jornadas, el acoso, los abusos, la falta de autonomía o el escaso desarrollo profesional. De hecho, según las últimas estimaciones de la Organización Mundial de la Salud y la Organización Internacional del Trabajo, las largas jornadas laborales provocaron 745 000 muertes por accidente cerebrovascular y cardiopatía isquémica en 2016, lo que supone un aumento del 29% desde el año 2000.

A medida que la memoria corporativa se desvanece, o el lapso entre la exposición y el diagnóstico se extiende a décadas, las organizaciones y sus dirigentes pierden de vista el coste humano y a menudo no lo ven como "su problema" o bajo su responsabilidad, y pueden no ser plenamente conscientes del daño causado y del coste humano y empresarial resultante.

BSI ha creado el modelo de mejores prácticas de Priorización de las Personas© para ayudar a las organizaciones a lograr una mayor resiliencia a través de un marco sobre el bienestar. Adaptando el marco de "necesidades" de la pirámide de Maslow, el modelo incorpora 16 elementos necesarios para demostrar un enfoque centrado en el ser humano. Cabe destacar que la salud psicológica aparece en todos los niveles.

Las necesidades fisiológicas se centran en las necesidades biológicas más básicas de un individuo pero, sin ellas, pueden producirse daños psicológicos. Esto incluye las necesidades obvias, como beber agua para hidratarse -que se sabe que está vinculada a la calidad de la cognición-, así como períodos adecuados de descanso y recuperación. El vínculo entre la salud personal y el bienestar mental ha sido fuertemente probado y puede ser apoyado por procesos efectivos para favorecer la vuelta al trabajo después de una enfermedad.

La siguiente fase, la seguridad, incluye la fomentación de lugares de trabajo libres de comportamientos sociales adversos. La intimidación, el acoso y la violencia (ya sea física, verbal o sexual, y ya sea en forma de amenaza o real) pueden provocar daños cognitivos.

La pertenencia abarca factores como el contrato psicológico, es decir, las expectativas no escritas que los trabajadores y los empleadores tienen los unos de los otros. También favorece la consulta y la participación para apoyar los canales de retroalimentación bidireccionales. Esta fase también alimenta la colaboración y las relaciones positivas, fomentando la apertura, la honestidad, la capacidad de respuesta y el compromiso, proporcionando comportamientos y comunicación coherentes. El equilibrio entre el trabajo y la vida personal también forma parte de esta etapa.

La estima es un paso fundamental para alcanzar la plenitud y comienza con el mantenimiento de lugares de trabajo justos y respetuosos. La equidad es fundamental para el equilibrio entre esfuerzo y recompensa, y es importante recordar que la recompensa no es simplemente económica. El desarrollo de la carrera profesional se solapa con la relación esfuerzo-recompensa y también debe abarcar el aprendizaje continuo y el desarrollo de competencias y capacidades para lograr una empleabilidad sostenible. La última pieza de este cuadro es la autonomía y la estima que se deriva de la independencia y la libertad.

La actualización es la cúspide de nuestro modelo y está impulsada por la capacidad del individuo para seguir creciendo, ser creativo y adaptarse. Para una organización, los beneficios de liberar este potencial pueden resumirse en una palabra: innovación.

Para más información, descárguese el informe sobre la priorización de las personas.

[5] https://www.who.int/news/item/17-05-2021-long-working-hours-increasing-deaths-from-heart-disease-and-stroke-who-ilo