En los últimos años, muchos fabricantes y distribuidores de alimentos han intensificado sus medidas de seguridad tecnológica empresarial y de gestión de riesgos tecnológicos para protegerse de los enormes aumentos de ciberintrusión y piratería informática Sin embargo, la tecnología empresarial es solo una parte de la ecuación de la ciberresiliencia empresarial.
La alimentación y el comercio minorista son algunos de los muchos sectores clave que han estado luchando intensamente contra los ataques de ransomware. A medida que avanza la complejidad de la cadena de suministro moderna, y a medida que la división se vuelve más dependiente de la maquinaria inteligente, las tecnologías emergentes y el Internet de las cosas (IoT), la esfera de ataque aumenta. Manipular su cadena de suministro puede resultar caro con rapidez, lo que frecuentemente estimula el gasto de las peticiones de rescate. Según el FBI, entre el 50% y el 80% de las víctimas que pagan un rescate experimentan un ataque de ransomware repetido.

¿Cómo está preparada su organización para responder a un ataque?
En BSI, recomendamos a nuestros clientes que estén preparados para la eventualidad de un ataque y que se aseguren de haber completado un ejercicio de simulación en el que se haya documentado un manual de actividades de respuesta adaptado a sus necesidades, se hayan asignado responsabilidades a las funciones de la organización y se haya establecido un acuerdo con una organización de ciberseguridad adecuada a la que se pueda recurrir en caso de necesidad. Con el continuo crecimiento de los sistemas, la dependencia de Internet y los datos, el uso eficaz de las tecnologías de seguridad es clave para estar preparados para un ataque, para responder una vez que se inicia un ataque y, lo que es más importante, para recuperarse de un ataque en un plazo razonable. La gestión de las comunicaciones y la preparación para la continuidad de la actividad son vitales para que las organizaciones sigan siendo resilientes frente a estas amenazas cambiantes y maliciosas.