Cómo una matriz de escalamiento puede poner orden en el caos

La capacidad de prosperar ante la oportunidad o la adversidad es una prueba que muchas organizaciones del sector alimentario encuentran difícil. Con prioridades que compiten entre sí y un panorama siempre cambiante de demandas de los consumidores, incluso los pequeños imprevistos pueden generar peleas o discusiones entre las personas. 

Elaborar una matriz de escalamiento puede ser una forma eficaz de determinar el nivel de escalamiento necesario y reducir la confusión cuando cada minuto es importante. La complejidad de la matriz depende de varios factores, como el tamaño de la empresa (número de sitios y personal), el número de productos fabricados, la profundidad de la cadena de suministro, los volúmenes de producción, etc. 

Los niveles de escalamiento pueden codificarse por número, color o algo que haga referencia específica a la cultura de la organización. Sea cual sea la elección, manténgala simple para que pueda ser recordada fácilmente cuando los niveles de estrés sean altos. Para cada nivel, determine qué equipos deben participar o estar al tanto y, posiblemente, las partes externas (por ejemplo, reguladores, consumidores, empresas cercanas o comunidad y vecinos alrededor). 

Como el número de niveles de escalamiento no debería ser numeroso, asignarlos en la parte superior de la matriz, de izquierda a derecha, es probablemente práctico. Los equipos y las partes externas que deben intervenir pueden figurar en la misma celda, o pueden enumerarse en las primeras filas para mayor claridad. 

El siguiente paso será considerar las amenazas. El reto aquí es no ser ni demasiado específico ni demasiado amplio, ya que ambos pueden llevar a la confusión. Pero la clave es pensar en todos los aspectos de la organización: producto, personas, proceso y partes externas. Utilizando un problema medioambiental como ejemplo, si la lista incluyera cada tipo de problema potencial (por ejemplo, eliminación incorrecta de residuos, fuga de productos químicos, derrame de combustible, etc.), cuando se amplía para incluir otras amenazas no medioambientales la matriz de escalamiento se vuelve demasiado compleja.

A menos que los equipos que gestionen y reaccionen ante ellas sean diferentes, como se muestra en la figura 1, tiene sentido y aporta claridad agruparlas en una sola amenaza "medioambiental" y utilizar los indicadores de escalamiento de: suceso local y contenido; sucesos múltiples con exposición local; persecución y riesgo mediático; y cancelación a medida que se avanza en la matriz de menor a mayor. Como se ha indicado anteriormente, el número de amenazas incluidas en su matriz vendrá determinado por el tamaño y la naturaleza de su organización. 

Aunque es útil, más allá de tener una matriz, hay muchas otras maneras de prepararse para lo inesperado. Para obtener más información sobre consideraciones como la identificación de vulnerabilidades, la comprensión de la diferencia entre incidentes causados por un evento o una condición y la garantía de que los equipos de toda su empresa tienen las habilidades adecuadas, descargue nuestro artículo, Gestión de crisis - Identificar, actuar, aprender.  

BSI también ofrece capacitación en gestión de crisis que proporciona instrucción sobre crisis de aparición repentina y de aparición lenta, así como métodos para determinar el riesgo a utilizar como base para los planes de gestión de crisis. La capacitación en vivo, dirigida por un instructor, está disponible a través de aulas en línea, o si la capacitación de varios miembros de su equipo beneficiaría a su organización, BSI puede proporcionar un presupuesto de capacitación privada y exclusiva para su organización.