La mayoría de las normas publicadas por BSI portan el estado de “Norma Británica”. Esto indica que se han desarrollado usando los procesos establecidos en BS 0, la norma para las normas. La característica principal de la Norma Británica es que se produce por un proceso que implica:
- un comité – un grupo basado ampliamente en expertos designados por organizaciones que tienen algún interés en el contenido y la aplicación de la norma.
- consulta – presentar un borrador para escrutinio y comentarios de cualquiera que pudiera estar interesado en ella
- consenso – el principio de que el contenido de la norma se ha decidido por acuerdo general de tantos miembros del comité como sea posible, más aún que el voto de la mayoría.
Este proceso refuerza la autoridad de la norma y ayuda a garantizar que ésta será aceptada por una amplia variedad de gente que pudiera estar interesada en aplicarla.
Las Normas Británicas se pueden desarrollar dentro del Reino Unido por comités BSI, o, en la mayoría de los casos, son adaptaciones de las normas internacionales, desarrolladas bajo procesos muy similares y, casi siempre, implicando una fuerte participación británica.